Tuesday, January 11, 2011

Vacaciones

PERRO AL SOL



Aprendí a aceptar que no existo fuera de una rutina así que acá me las estoy ingeniando para armarme una tablita de cosas para hacer. Las conexiones entre unas y otras cosas las hacen los libros que leo o los poemas que escribo: una parte del libro de Clarice, un cuento de Claire y al mar (qué nombres parecidos, pero qué escrituras tan lejanas!). Me seco al sol mientras escucho mis canciones preferidas y después me voy a comprar algo para el almuerzo. Hoy, a falta de peixe frito, comí bolinhas de peixe doraditas, más una lata de coca. Las compré en el escritório da mar. No me importa sacar panza con la coca. Acá, donde la luz del sol es tan extrema, se te tapan los defectos y siempre brillás. Una siempre hace mil cosas con el cuerpo antes de venir a la playa, pero hoy me di cuenta de que, en realidad, la luz del sol te protege porque encandila y, entonces, no te deja expuesta.

Vuelvo temprano de la playa porque voy desde la mañana y no me atrevo a tanto sol. Después de escribir un poco, tomo mate y después me voy a pasear y ceno algo en la calle. Puede que todo este orden parezca un corpiño incómodo, asfixiante, pero para mí no, es la forma de existencia que por ahora elijo. Para bien o para mal, en estos días no me interesa ir más allá, descorrer el velo, romper la ventana de cristal, o lo que sea. Más bien me gustaría ser como uno de los personajes femeninos de Keegan: la mujer que se atreve a cortarle el pelo largo, rubio y sedoso a su hermana porque está a punto de hacer añicos lo que pacientemente había sabido construir para vivir feliz.

3 comments:

Nurit said...

Ay Lau, que lindo texto....
te sienta bien Brasil...

Anonymous said...

Muy lindo Lau! seguí disfrutando de tu rutina y cuidate del sol, porque ademas de hacer billar a la gente la insola.
Besos enormes!
Vale

Clara O. said...

gracias, amigas!!